"No podrá haber una globalización exitosa sin una ‘localización’ exitosa". Juan Somavia, Director General de la OIT
La globalización es objeto de debate en el escenario político actual. Sin embargo la discusión tiende a ser fragmentada, con opiniones que a menudo están polarizadas debido a consideraciones de política o geografía. Algunos culpan a la globalización de generar mayor desempleo y pobreza. Otros la ven como una manera de solucionar esos problemas. Pero la atención y los estudios sobre el tema se concentran más en los mercados o en las ganancias o pérdidas económicas que en el impacto de la globalización sobre la vida y el trabajo de las personas, de sus familias y de sus sociedades.
Esta falta de consenso dificulta el desarrollo de políticas nacionales e internacionales. La forma inadecuada en que se aborda el lado humano de la globalización dificulta la comprensión de las fuerzas de cambio que genera y de la forma en que reaccionan las personas. Es necesario conocer mejor este fenómeno para responder con políticas más certeras.
Frente a este escenario, la Organización Internacional del Trabajo lanzó en febrero de 2002 la Comisión Mundial sobre la Dimensión Social de la Globalización, un órgano independiente con el objetivo de llevar el debate desde el terreno de la confrontación al del diálogo, para generar condiciones que permitan pasar a la acción. ¿De qué manera la globalización puede beneficiar a un mayor número de personas?
La Comisión exploró formas innovadoras y sostenibles que permitirían combinar objetivos económicos, sociales y ambientales con el fin de lograr que la globalización funcione para todos. Basada en la experiencia acumulada, hizo una serie de recomendaciones que tienen como punto Por una globalización justa: crear oportunidades para todos,de partida un mayor consenso entre actores clave. El informe final de la Comisión, fue publicado en febrero de 2004."
La globalización es objeto de debate en el escenario político actual. Sin embargo la discusión tiende a ser fragmentada, con opiniones que a menudo están polarizadas debido a consideraciones de política o geografía. Algunos culpan a la globalización de generar mayor desempleo y pobreza. Otros la ven como una manera de solucionar esos problemas. Pero la atención y los estudios sobre el tema se concentran más en los mercados o en las ganancias o pérdidas económicas que en el impacto de la globalización sobre la vida y el trabajo de las personas, de sus familias y de sus sociedades.
Esta falta de consenso dificulta el desarrollo de políticas nacionales e internacionales. La forma inadecuada en que se aborda el lado humano de la globalización dificulta la comprensión de las fuerzas de cambio que genera y de la forma en que reaccionan las personas. Es necesario conocer mejor este fenómeno para responder con políticas más certeras.
Frente a este escenario, la Organización Internacional del Trabajo lanzó en febrero de 2002 la Comisión Mundial sobre la Dimensión Social de la Globalización, un órgano independiente con el objetivo de llevar el debate desde el terreno de la confrontación al del diálogo, para generar condiciones que permitan pasar a la acción. ¿De qué manera la globalización puede beneficiar a un mayor número de personas?
La Comisión exploró formas innovadoras y sostenibles que permitirían combinar objetivos económicos, sociales y ambientales con el fin de lograr que la globalización funcione para todos. Basada en la experiencia acumulada, hizo una serie de recomendaciones que tienen como punto Por una globalización justa: crear oportunidades para todos,de partida un mayor consenso entre actores clave. El informe final de la Comisión, fue publicado en febrero de 2004."
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