Domingo 13 de setiembre de 2009
Edición impresa Internacionales Nota Explotación humana en tiempos de crisis
Edición impresa Internacionales Nota Explotación humana en tiempos de crisis
Esclavos modernos
Para la OIT, en 2005 había en el mundo 12,5 millones de víctimas de trabajo forzoso. Según ese organismo, los menores representarían la mitad de los explotados. Expertos temen que la crisis mundial agudice el problema.
"Nací siendo esclavo. Mi padre estaba endeudado con el dueño de una mina y forzaban a toda mi familia a trabajar 16 horas diarias con poca comida y bebiendo agua de los charcos que formaba la lluvia". Es la historia de Lakshman Singh, un hombre que pasó sus 14 primeros años de vida sin saber que existía un mundo más allá de la cantera en la que estaba atrapado, a 40 kilómetros de Nueva Delhi, la capital de India.
Toda la familia –los padres, tres hijos y un tío– estaban sometidos a trabajos forzosos por una deuda equivalente a 300 euros actuales (unos 1.680 pesos). En India hay millones de personas en situación de servidumbre por deudas, considerada una forma de esclavitud moderna.
Aunque las cifras varían mucho, la Organización Mundial del Trabajo (OIT), estima que el 77 por ciento de los sirvientes por deudas en el mundo están en Asia y en el Pacífico: 9,5 millones de los 12,3 millones totales, según los últimos datos de 2005, que la propia OIT reconoce que deben ser actualizados. Las ONG aseguran que podría haber muchos más esclavos en el mundo, "nuestras estimaciones conservadoras indican que hay ahora 27 millones, más que nunca en la historia de la humanidad", según un vocero de Free The Slaves, con sede en Estados Unidos.
El informe de la OIT de este año,
El costo de la coacción, publicado en mayo último, dice que las víctimas de trabajo forzoso en el mundo –excluyendo la explotación sexual– pierden unos 14 mil millones de euros (unos 78.400 millones de pesos) en salarios no recibidos. Con la crisis económica y financiera actual, la esclavitud podría crecer, temen los especialistas. "Si no se toman medidas inmediatas para aumentar la seguridad para los trabajadores vulnerables, especialmente los que migran, hay un gran riesgo de que más personas caigan en esta situación", declara en una entrevista telefónica Roger Plant, al frente del programa especial de la OIT contra el trabajo forzoso. Entre los grupos más vulnerables están los niños, dice. Hasta el 50 por ciento de los explotados podrían ser menores.
La situación de servidumbre suele ser moneda corriente en la actividad minera (AP).
Agricultores trabajan en un arrozal en Nimati, India. Sólo en este país se calcula que hay 25 millones de esclavos (AP).
"La crisis afecta a los países en desarrollo por la caída del comercio, precios de materias primas a la baja, menor acceso al crédito, menor envío de dinero por familiares en el extranjero, menor ayuda exterior. Unos países serán más afectados que otros y en cada uno la situación será diferente, pero, en general, habrá mayor vulnerabilidad. Las familias, por ejemplo, no llevarán a los niños al colegio y los enviarán a trabajar, con el riesgo de que sean explotados laboralmente", explica Hans van de Glind, experto en tráfico infantil de la OIT.
"No sabemos cómo repercutirá la crisis en cifras", dice Peter Schatzer, director de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en el Mediterráneo, "pero ya está afectando". Con un control más estricto de las fronteras se prevé que se encarezcan los precios que las redes cobran a los inmigrantes irregulares y que haya más riesgo de tráfico humano.
En India, el país más afectado, la esclavitud responde a una serie de factores, entre ellos la pobreza, la falta de educación y de conocimiento de los derechos, pero, sobre todo, la discriminación está arraigada en el sistema de castas, coinciden los expertos. El 86 por ciento de los esclavos pertenece a los dalits (antes llamados intocables), según el Frente para la Liberación de Servidumbre por Deudas.
"Las castas altas se aprovechan económicamente de la creencia de que algunos nacieron para ser explotados, mientras que las víctimas creen que es su karma, que deben pagar algo que hicieron en otra vida", explica Kailash Satyarthi, fundador de Bachpan Bachao Andolan (BBA), una ONG que se dedica a liberar niños esclavos.
Agricultores trabajan en un arrozal en Nimati, India. Sólo en este país se calcula que hay 25 millones de esclavos (AP).
Círculo vicioso.
Según sus cálculos hay unos 25 millones de esclavos sólo en India. Prácticamente todos los que viven en estas condiciones fueron víctimas del tráfico humano o adquirieron deudas con sus patrones o las heredaron de sus padres. Los trabajadores más pobres toman un préstamo adelantado de su patrón por alguna herramienta de trabajo o para comprar medicamentos, comida o ropa.
Luego los sueldos son tan bajos y los intereses tan altos que caen en una espiral de endeudamiento. "Los empleadores enmascaran una práctica fraudulenta en la que el trabajador deja de tener control y se siente atrapado y sin posibilidad de reclamar sus derechos. Muchas veces sufre también amenazas físicas o psicológicas", explica, desde Londres, Enrique Restoy, de la ONG Anti Slavery Internacional. En algunos casos las deudas pueden pasar de generación en generación.
¿Cómo romper este círculo vicioso?
Los expertos coinciden en que es necesario el pago de salarios mínimos que garanticen una vida digna y la educación en contra de la discriminación y para conocer los derechos. En India la situación ha mejorado, pero es difícil avanzar más rápido porque el gobierno no acepta hablar del sistema de castas y otros países no quieren presionar porque son sus aliados y lo consideran un país democrático, pro occidental, explica Restoy.
En África, añade, la esclavitud tiene o bien carácter tradicional en países como Mauritania, Níger, Chad o Sudán, o se centra en los niños, por su número o por su vulnerabilidad, "pero no se puede descartar que la esclavitud por deudas no se dé, por ejemplo, en determinadas etnias indígenas marginadas".
Niños explotados.
Se calcula que en el mundo hay 218 millones de niños trabajando de una manera u otra. El 26 por ciento, en África. No se sabe cuántos de ellos están sometidos a trabajos forzosos, aunque se identificaron sectores que usan niños como esclavos: minería, agricultura y pesca. La OIM liberó desde 2002 a 618 niños que hacían trabajos forzosos para comunidades pesqueras del lago Volta, en Ghana. En el caso de algunas niñas la explotación es doble: como esclavas sexuales y como criadas.
FUENTE FOTOGRAFÍAS Y ARTÍCULO:
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